La ERC es una condición clínica cada vez más frecuente, que está asociada a riesgo de falla renal, enfermedad cardiovascular y otras complicaciones serias. Actualmente representa un problema de salud pública global por su carácter epidémico, alto costo y elevada morbi-mortalidad. Se requieren estrategias de detección precoz para poder prevenir su desarrollo y complicaciones futuras. El cuadro clínico del paciente renal tiene manifestaciones características inherentes a la falla renal como son: retención de azoados, hiperkalemia, acidosis metabólica, alteraciones de la coagulación, hipovolemia y complicaciones secundarias al manejo.
Por lo tanto, las enfermeras que trabajan en las unidades de hemodiálisis deben estar familiarizadas con esta afección, su diagnóstico, tratamiento (farmacológico o sustitutivo) y con la prevención de las posibles complicaciones. Para que sea posible la detección de las manifestaciones de disfunción de cada patrón de salud y con esto la identificación de los problemas de enfermería y de colaboración y así conseguir un plan de cuidados individualizado de acuerdo a las necesidades de cada paciente.