La piel del recién nacido desempeña un papel fundamental en la transición desde el medio acuático intrauterino al medio aéreo extrauterino. Su integridad es esencial para el mantenimiento de la función barrera, la termorregulación del organismo y la protección tanto mecánica como inmunológica. De las condiciones patológicas que puede presentar y de su correcto cuidado hablaremos en este curso.
Las alteraciones severas en la organogénesis y la diferenciación de la piel son raras, ya que son incompatibles con la vida. Asimismo, las características anatómicas de la piel del neonato están íntimamente relacionadas y adecuadas a su comportamiento fisiológico, y el grado de madurez y su adaptación progresivas al medio serán determinantes en la aparición de determinados cambios y alteraciones propios de esta etapa de la vida.