La ventilación mecánica y su aplicación, generalmente se rodeó de un manto de cierta incertidumbre, ocasionada en parte por un grado de desconocimiento de muchos profesionales ante los cambios tecnológicos y en otros, porque el saber proporciona poder que no todos quieren compartir.
La pandemia SARS COv-2 dejo en evidencia la necesidad de conocer en profundidad todo lo relacionado a los ventiladores y su aplicación, basados en la mejor evidencia, para favorecer una mejor evolución con menor grado de secuelas en el paciente.
La variedad de modelos y equipos pueden llegar a abrumar al profesional que quiere ingresar o recién lo hace en el área crítica; sin embargo, para brindar mayor tranquilidad, se podría decir en líneas generales, que el funcionamiento en esencia es similar.
El paciente que se encuentra ventilado mecánicamente, requiere de permanentes ajustes en los parámetros y/o modos de ventilación, dado que su mecánica respiratoria se podría modificar por diferentes circunstancias. De tal manera, se necesita conocer los diferentes modos de ventilación para ser aplicados según los momentos fisiopatológicos que se presenten, procurando la mejor y mayor interacción paciente-máquina.
Los parámetros protectivos a programar en el equipo mecánico juegan un papel decisivo, de ellos dependen que los pacientes evolucionen dentro de un marco de seguridad.
Los cuidados de enfermería basados en la mejor evidencia marcan una gran diferencia para el paciente que recibe esos cuidados y para el profesional que los brinda. Una responsabilidad indelegable que empodera al profesional en su disciplina y lo posiciona con mayor valor dentro de los equipos de salud.
La ventilación mecánica no invasiva es un método de apoyo ventilatorio mecánico, que no requiere invadir las vías aéreas para su aplicación. Disminuye la necesidad de sedación y se puede administrar en unidades de internación de diferentes complejidades como así también en el domicilio. Ocupa interfaces para conseguir soporte a presión positiva. Se ha ido posicionando como una herramienta de primer orden en el tratamiento de varias enfermedades agudas como el edema agudo de pulmón, exacerbación de EPOC, la insuficiencia respiratoria aguda, terapia post extubación y como soporte en pacientes paliativos entre muchas otras aplicaciones.
La selección de pacientes criterios de inclusión, el conocimiento del equipo y la técnica de aplicación, más los recursos materiales necesarios y disponibles, permiten sortear la disfunción respiratoria, evitando los riesgos que representa el acceso invasivo y sostén mecánico.
El paradigma ya instalado desde hace tiempo, dejo de ser innovador por lo natural que hoy resulta “la máquina se tiene que adaptar al paciente y no el paciente a la máquina”. No obstante, esa adaptación del recurso mecánico implica una gran responsabilidad profesional, disponer de un equipo de personas involucradas en el conocer, lo suficientemente motivadas para asumir el compromiso del hacer y correctamente entrenados para que el hacer sea con eficacia y eficiencia.
Los eventos adversos son comunes en todas las áreas de atención. Aprender del error integra la cultura de la seguridad. El análisis de los protocolos e indicadores, permiten implementar las estrategias más plausibles para brindar la seguridad del paciente en medios hospitalarios.