La enfermedad renal crónica es un problema emergente en todo el mundo, que va en ascenso año tras año, 3 de cada 10 personas sufren algún tipo de enfermedad renal.
Esta enfermedad se caracteriza por la pérdida irreversible y progresiva de la función renal, que va en ascenso por lo que se incrementa la incidencia en el ingreso de pacientes a las terapias sustitutivas renales y el poco egreso por trasplante. Este contexto aumenta la demanda de tratamientos sustitutivos renales y con ellos la necesidad de formación de nuevos enfermeros en el área de nefrología.